Volkswacht Bodensee - La ciudad ucraniana de Kramatorsk inicia evacuaciones ante el aumento de ataques rusos

La ciudad ucraniana de Kramatorsk inicia evacuaciones ante el aumento de ataques rusos
La ciudad ucraniana de Kramatorsk inicia evacuaciones ante el aumento de ataques rusos / Foto: © AFP

La ciudad ucraniana de Kramatorsk inicia evacuaciones ante el aumento de ataques rusos

Angela Bolonze observa con la mirada perdida una pila de bolsas llenas de ropa recién descargadas de un camión de evacuación. Esta madre de familia acaba de abandonar su hogar en un pueblo de la periferia de Kramatorsk, en el este de Ucrania.

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Ante la intensificación de los bombardeos rusos, las autoridades ucranianas ordenaron la evacuación de familias con niños en varios barrios del sureste de la ciudad. Kramatorsk, que antes de la invasión rusa en 2022 tenía 150.000 habitantes, ha perdido ya dos tercios de su población.

La urbe, brevemente ocupada por separatistas prorrusos en 2014, antes de ser recuperada por Kiev, se ha convertido en un eje logístico clave del frente de Donetsk, epicentro de los combates actuales.

Símbolo de la resistencia ucraniana en el este, la decisión de evacuar ha sido un golpe para sus habitantes, aunque el frente se encuentra ya a solo 20 kilómetros de distancia.

"Cuando se anunció la evacuación, la gente empezó a marcharse", cuenta a la AFP Angela, de 34 años, con voz apagada.

Rusia controla cerca del 80 % de la región de Donetsk, según estimaciones, y busca tomar Kramatorsk, uno de los últimos bastiones que protegen las extensas llanuras orientales, difíciles de defender.

Angela decidió huir con sus dos hijas, de cinco y 10 años, después de que las autoridades detectaran drones explosivos rusos FPV sobrevolando la zona.

"Dos vehículos civiles y uno militar fueron incendiados por los drones cerca de mi casa", afirma.

- "Muy duro" -

En los últimos meses, Rusia ha intensificado los ataques con drones contra las ciudades de Druzhkivka y Kostiantinivka, puntos estratégicos que protegen Kramatorsk, con el objetivo de debilitar la logística del ejército ucraniano.

El pasado 5 de octubre, un dron impactó por primera vez un vehículo en pleno centro de Kramatorsk.

Aunque las calles de la ciudad permanecen en calma, la tensión en los alrededores se siente en el aire. La ruta que lleva a Druzhkivka, a unos 10 kilómetros al sur, está protegida ahora con redes anti-drones.

A un costado, soldados inspeccionan un blindado cuyo parachoques fue destrozado por un dron. En esa carretera, detenerse puede ser mortal.

En un centro que atiende a los heridos de la zona, los médicos apenas logran abrirse paso entre los pacientes.

Un hombre corpulento, con los pantalones abajo, lanza bromas para aliviar la tensión mientras un médico extrae un fragmento de metralla de su glúteo ensangrentado.

A su lado, Yuri, tendido bajo una manta térmica, esboza una sonrisa dolorosa. "Volvíamos de nuestra posición cuando un FPV nos alcanzó (...) Es muy duro", cuenta a AFP este hombre gravemente herido.

- "Zona letal" -

"La gran mayoría de las heridas son causadas por drones FPV", comenta Serguéi, un médico de 34 años.

Los soldados quedan a veces atrapados durante meses en el frente.

"Un tipo tenía una herida en la pierna que terminó necrosándose por completo", relata el médico mientras fuma un cigarrillo, con la mirada agotada.

Según un soldado que prefiere mantener el anonimato, los relevos de tropas se han vuelto más peligrosos que las propias posiciones de combate.

Las rotaciones ya solo se hacen a pie, con los soldados recorriendo hasta 10 kilómetros cubiertos con mantas especiales para evitar ser detectados por las cámaras térmicas de los drones rusos, omnipresentes en el cielo.

Además, grupos de infiltración rusos intentan penetrar lo más profundamente posible en las líneas ucranianas, disfrazados de soldados locales o de civiles, para tender emboscadas. Esto vuelve aún más difusa la línea del frente.

Mientras Rusia continúa su avance, el jueves, las autoridades locales de Sloviansk, otro bastión clave del Donbás, instó a los habitantes vulnerables a evacuar ante los bombardeos.

Angela Bolonze dejó atrás a su madre, su hermano mayor y su suegra, quienes se negaron a abandonar la granja familiar.

Ahora se dirige a Zaporiyia, una ciudad del sur que esa misma noche sufrió una intensa ofensiva con drones, misiles y bombas planeadoras rusas.

C.Stoecklin--VB