Volkswacht Bodensee - Ucrania ludifica la guerra con drones, puntos y competencia entre brigadas

Ucrania ludifica la guerra con drones, puntos y competencia entre brigadas
Ucrania ludifica la guerra con drones, puntos y competencia entre brigadas / Foto: © AFP

Ucrania ludifica la guerra con drones, puntos y competencia entre brigadas

Rubik, un piloto ucraniano de drones militares, siguió cada movimiento de un soldado ruso durante semanas, con la promesa de ganar al menos seis puntos por matarlo.

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En una guerra cada vez más dominada por los drones, el ejército ucraniano puso en marcha un sistema en el que cada logro militar (como la destrucción de un dron) suma puntos, que sirven luego para obtener equipos militares.

En la plataforma Brave1, lanzada por el ministerio de Transformación Digital de Ucrania, "comprar" uno de los nuevos drones para combatir la invasión rusa cuesta entre dos y decenas de puntos.

"Obtienes más puntos por la infantería, así que todos se concentran en destruir personal", explica a la AFP Rubik (un apodo), un joven de 22 años.

Su grupo de reconocimiento, que forma parte del tercer cuerpo del ejército, está instalado en una escuela bombardeada en el este de Ucrania.

Los creadores de Brave1 califican la plataforma de "primer Amazon militar del mundo", porque permite a las brigadas elegir armas y dejar reseñas.

"Es una descentralización completa", apunta su responsable, Andri Hritseniuk.

Según él, el sistema promueve "una competencia sana" no solo entre las unidades de drones del ejército ucraniano sino también entre los fabricantes para crear las mejores armas.

Muchos de los soldados que la AFP conoció en la unidad de Rubik tenían aproximadamente su edad, una generación criada con videojuegos y teléfonos inteligentes, lo que facilita la transición al pilotaje de drones.

Son ellos los que están transformando la guerra convencional, donde las trincheras y la artillería son sustituidas por un cielo cubierto de drones baratos pero letales, que se estrellan directamente contra los objetivos o lanzan municiones.

Los pilotos, que dirigen el dron con controles mediante un monitor, suben grabaciones de sus bajas a Brave1. Luego son verificadas por la plataforma y convertidas en puntos.

- Las misiones primero -

El programa Brave1 forma parte de una tendencia más amplia en la que la tecnología influye en la manera en que se libra la guerra, señala Matthew Ford, profesor asociado en la universidad de Defensa de Suecia.

"En lugar de tener un proceso planificado de gestión de suministros hasta las líneas del frente, se rige por la demanda", detalla.

La iniciativa está supervisada por el ministerio de Transformación Digital.

Los coordinadores de Brave1 pueden aumentar fácilmente los puntos otorgados por diferentes objetivos rusos según las amenazas específicas en distintas zonas del frente, optimizando la versatilidad del ejército.

Pero los militares ucranianos señalan que el programa no sustituye las entregas centralizadas de armas y municiones, ni las órdenes provenientes de la cadena de mando.

"Nuestra misión viene primero, no los puntos ni las clasificaciones", destaca Foma, un oficial del regimiento Achilles que también se identificó con su apodo militar.

Aunque sirven bajo un mando unificado, las brigadas ucranianas cultivan identidades propias para atraer reclutas y financiación.

Brave1 alimenta esa competencia publicando cada mes una tabla de clasificación de las 10 brigadas con mejores resultados.

Lafayette, un piloto de drones del regimiento Achilles, afirma estar inmensamente orgulloso de que su unidad apareciera en la lista más reciente.

Pero el hombre de 37 años, que trabajaba en una empresa de informática antes de la guerra, también admite comprender cómo la ludificación de matar puede incomodar a civiles.

"Cuando intento volver a la mentalidad de civil y pensarlo, me da vergüenza", confiesa.

Los pilotos tienen una visión directa de los horrores del campo de batalla, donde los drones representan la mayoría de las bajas.

Rubik relata cómo siguió al soldado de infantería ruso durante semanas y escuchó detalles de su vida personal en las interceptaciones de radio.

Agregó no haber perdido de vista lo que estaba en juego para su país, ni los puntos que ese golpe otorgaría a su unidad.

"Si la gente estuviera en nuestro lugar entendería de qué se trata todo esto. Hay guerra en nuestro país. No puede haber piedad”, resume.

B.Wyler--VB